Ambas son estrategias de venta que suelen confundirse entre sí.
Muchas personas suelen usarlas como sinónimos, cuando en realidad son prácticas completamente distintas.
Cross-selling o venta cruzada, es una estrategia de venta que se implementa cuando el vendedor ofrece uno o más productos adicionales diferentes al que el cliente ya consume o pretende comprar. El objetivo es conseguir más ganancia de la que ya estaba concretada previamente y beneficiar al cliente con un producto que puede interesarle para optimizar el cumplimiento de su necesidad.
Un ejemplo muy popular de cross-selling es cuando una empresa de telefonía celular te ofrece un pack de mensajes de texto o el servicio de internet ilimitado, cuando tu intención inicial era comprar solamente un plan para hablar gratis con determinados números de teléfono.
Gracias al cross-selling, tu cliente conocerá servicios o productos antes desconocidos para él.
En cambio, up-selling es una estrategia de venta, pero tiene lugar cuando un vendedor se encarga de ofrecer una versión mejorada del mismo producto.
Un conocido ejemplo es cuando en una cadena de comidas rápidas ofrece al cliente agrandar su combo. El cliente paga más, y consigue una versión mejorada del mismo producto.
Gracias al up-selling tu cliente lograrán más cantidad del mismo producto que ya deseaba, a un precio mejorado.
Por lo general, muchas empresas consideran que se necesita una estrategia compleja para lograr un mejor rendimiento en ventas. Pero en realidad, es cierto que puedes hacer una buena diferencia de ganancias implementando cross y up-selling como parte de tu rutina diaria de negocios.