En el mundo del desarrollo de software, y de los negocios en general, es muy común que surjan nuevas ideas permanentemente. Pero algunas funcionan y otras no.
Muchas veces esas ideas son llevadas a cabo y no logran avanzar. El problema de esto es que no se aprovechan bien los recursos destinados para su desarrollo, como tiempo, dinero, esfuerzo, etc.
Entonces, ¿cómo saber de antemano si una idea es realmente buena, si un producto puede llegar a tener éxito?
Para eso se creó el concepto de Producto Mínimo Viable. Este término se ha popularizado mucho en los últimos años en el rubro del software y está muy ligado a la visión que tenemos en Syloper.
¿Qué significa producto mínimo viable?
El producto mínimo viable (MVP, del inglés Minimum Viable Product) es la versión mínima de un producto nuevo, que posee las funcionalidades mínimas para satisfacer las necesidades de tus clientes. Le posibilita a tu empresa recolectar la mayor cantidad de información posible validada por usuarios reales. De este modo, podés saber de antemano si les interesa dicho producto y si es viable de ser vendido. Sería como la menor versión de un proyecto.
La definición fue popularizada por Eric Ries, un empresario estadounidense y pionero del movimiento Lean Startup. En su libro denominado “The Lean Startup” conceptualizó el MVP como una “versión mínima de un nuevo producto que permite al equipo de una empresa recopilar el mayor aprendizaje posible con el menor esfuerzo posible.”
Este concepto se relaciona con la metodología Lean Startup, que apunta a acortar los ciclos de desarrollo y aumentar las probabilidades de éxito a la hora de abordar el lanzamiento de un producto o negocio.
Esta metodología viene a contrarrestar el paradigma clásico de desarrollo de producto, que se centraba justamente en el producto. Esto llevaba a estar meses o años desarrollando un proyecto que al momento del ser lanzado fracasaba porque el mercado o los consumidores habían cambiado. Ante esta problemática, lo que plantea Lean Startup es que hay que centrarse en el desarrollo del cliente más que en el producto en sí. Primero ver quién es tu cliente, qué necesita, qué le podés resolver, si tu producto cumple con esa resolución del problema y después desarrollar el producto. Esa es la diferencia con el paradigma clásico: enfocarse en el desarrollo del producto versus enfocarse en el cliente en sí.
Objetivos del producto mínimo viable
El objetivo principal del MVP es realizar ciclos cortos de desarrollo que te permitan salir al mercado lo más rápido posible y de esta manera empezar a tener el feedback de los usuarios. Esto es lo más importante y lo que te va a indicar si lo que estás implementando, o las funcionalidades que tiene tu aplicación o el sistema que estás desarrollando, le sirven o no a los usuarios. De esta manera, se evita la creación de productos que nadie quiere consumir.
Es muy común que los clientes estén meses desarrollando ideas o funcionalidades que en realidad no saben si tienen un mercado o si tienen un público que las va a usar. Entonces, la idea del método Lean Startup es realizar interacciones cortas de desarrollo para probar las ideas. Y así poder seguir profundizando las que funcionan y descartar las que no, en base a la retroalimentación de los usuarios.
Características del producto mínimo viable
Las principales características del MVP son las siguientes:
- Posee el valor suficiente para poder ser utilizado por las personas de forma inmediata.
- Consigue atraer usuarios, incluso estando en su fase inicial.
- Les permite a los desarrolladores validar el producto a través del feedback de usuarios reales, lo que ayuda a la mejora del producto final.
Importancia del producto mínimo viable
El principal beneficio de crear un MVP es la posibilidad de probar hipótesis sin necesidad de gastar demasiado tiempo, dinero y esfuerzo. Por este motivo, el mínimo producto viable es una herramienta eficaz para la reducción de riegos de tu empresa.
La retroalimentación recibida de los usuarios que prueban el MVP te servirá de guía para la realización de ajustes. Esto es lo que permite ofrecer un producto más alineado a las expectativas del mercado, lo que a su vez aumenta las posibilidades de retorno financiero.
El feedback respecto a un MVP no siempre será positivo. Cuando es negativo, como desarrollador del producto o emprendedor tendrás varias ventajas. Por un lado, tendrás tiempo para realizar ajustes, modificar la fecha de lanzamiento del producto, o incluso decidir no lanzarlo.
Cabe destacar que si bien es más utilizado por empresas del ramo de la tecnología, el concepto de MVP puede ser aplicado tanto a productos digitales como físicos, y también a servicios.
Ventajas del producto mínimo viable
Teniendo en cuenta todo lo explicado hasta acá, podemos concluir que el MVP te brinda las siguientes ventajas:
- Lanzar un producto o servicio al mercado que es realmente necesario para el público objetivo, y hacerlo en el menor tiempo posible.
- Probar la demanda de tu producto o servicio de antemano y saber si hay gente dispuesta a pagarlo.
- Optimizar los recursos (tiempo, dinero, esfuerzo, etc.), invertirlos en algo que se sabe que funcionará comercialmente.
- Reducir los riesgos que implica lanzar un nuevo producto.
- Reducir costos de desarrollo e implementación.
- Evitar fracasos y grandes pérdidas de dinero invertido.
- Obtener información muy valiosa sobre qué funciona y qué no en tu nicho de mercado.
- Conocer a tu cliente ideal y analizar sus patrones de comportamiento.
- Construir una base de datos poderosa de tu cliente ideal.
¿Cómo realizar un producto mínimo viable?
Los tres pasos principales para construir un MVP son los siguientes: crear, medir, aprender. Esto es un circuito de retroalimentación constante en el que se deben realizar ajustes permanentemente.
1/ Crear
El primer paso es crear la hipótesis que te interesa comprobar y definir las métricas que te van a permitir obtener la información necesaria para medir esa hipótesis.
De esta manera, se construye el MVP, que debe ser mínimo y viable a la vez. Debe poseer las funcionalidades mínimas para ser lanzado, y además contar con las características necesarias para solucionar un problema a un determinado grupo de personas. Todo esto con una reducida inversión inicial y en el menor tiempo de desarrollo posible.
2/ Medir
En esta etapa se realizan pruebas para saber si el desarrollo de tu producto está teniendo resultados válidos y un progreso real.
Es necesario establecer métricas de valor, precisas y enfocadas en la información que necesitás conocer. Realizar mediciones en base a acciones reales de tus clientes, y luego analizar estos indicadores. Esto es fundamental para comprobar si tu propuesta satisface las necesidades o soluciona los problemas de tus clientes potenciales. Es decir, si tu MVP funciona. Y si esos clientes están dispuestos a pagar por tu producto.
3/ Aprender
En esta etapa te enfocarás en analizar los datos recolectados, para poder realizar los ajustes que consideres necesarios, siempre alineados con los requerimientos del mercado.
De acuerdo con los resultados obtenidos, podrás decidir el rumbo a seguir. Si el progreso es satisfactorio, seguirás avanzando en el proyecto con mayor impulso. De lo contrario, podrás modificar lo que no está funcionado para obtener mejores beneficios. En el peor de los casos, si el resultado es negativo por completo, tenés la posibilidad de desestimar el proyecto antes de ser lanzado.
Si te interesa ver un ejemplo de Producto Mínimo Viable desarrollado por nosotros:
>>> Red-I
Errores comunes
Estos son algunos de los errores más comunes que se cometen y que deberías evitar a la hora de desarrollar un MVP:
1/ Enfocarnos en un público objetivo demasiado amplio.
Si el producto no está completamente desarrollado y tu audiencia es muy grande, lo más probable es que pierdas el control sobre el proceso. Esto causaría una mala impresión y podría afectar las ventas cuando tu producto sea lanzado al mercado definitivamente.
Además, tenés que tener en cuenta que al ser un producto que no se ha lanzado al mercado por completo, es importante mantener cierta reserva sobre el mismo, para evitar que otra empresa recopile la información y lo desarrolle antes que vos.
2/ Extender el tiempo de prueba por demás
Siempre es buena idea definir el tiempo de ejecución de las pruebas que realizarás de antemano, y tratar de respetar esos tiempos.
Si ese tiempo se extiende demasiado, puede perjudicar el lanzamiento de tu producto al mercado. Al mismo tiempo, le estás dando la oportunidad de desarrollar la misma idea a otros empresarios.
3/ No tener en cuenta la retroalimentación
Este es un error muy común. Muchas veces se crean productos o servicios sin tener en cuenta lo que las personas realmente quieren y necesitan.
Nunca olvides que en definitiva es tu audiencia quien determinará el éxito o fracaso de tus proyectos.
4/ Ser demasiado ambicioso
Es muy frecuente imaginarse un producto ideal que es muy difícil de transmitir y motivar al resto de las personas a usarlo. Pensar en un proyecto demasiado complejo para una primera versión te jugará en contra.
Es clave no destinar un presupuesto demasiado grande, ni mucho desarrollo o estructura, sin tener siquiera un usuario que te valide la idea.
Producto mínimo viable: ejemplo exitoso
Un caso emblemático de éxito de MVP es el caso Buffer.
Buffer es una herramienta que sirve para gestionar redes sociales, y para programar las publicaciones en ellas.
Joel Gascoigne, su fundador, era un gran usuario de Twitter. Sus publicaciones tenían mucha popularidad en esa red. Esto lo llevaba a querer publicar más contenido, pero se le dificultaba hacerlo de manera regular.
A raíz de esto, se le ocurrió la idea de crear una herramienta para programar tuits. Pero no sabía si existían más personas con la misma necesidad que él. Para validar su idea, decidió utilizar la metodología de Lean Startup.
Necesitaba saber si los usuarios de Twitter utilizarían una herramienta para programar contenido. Para esto, creó un dominio web de tan sólo dos páginas, sin tener desarrollado ningún producto. En la primera página se describía el producto en tres ítems y contaba con un botón de “Planes y Precios”. Al hacer clic en este enlace, Buffer pedía una dirección de correo electrónico para informarle al usuario cuando el producto estuviera listo. Esto les permitía medir el interés de la gente en el proyecto.
Este MVP despertó un gran interés en muchos usuarios de Twitter y fue viralizado en esa red. Esto le permitió a la empresa validar su idea.
Más adelante, agregaron al sitio una tabla con un rango de precios, lo que les permitió descubrir cuál era el monto más adecuado para los futuros abonos.
De esta manera, Buffer logró convertirse en un producto muy exitoso, partiendo de una inversión mínima y sin arriesgar demasiado.
Conclusiones
A lo largo de esta publicación, vimos que el producto mínimo viable se desarrolla para verificar hipótesis relativas a un producto. Es una estrategia muy utilizada por las empresas. Su utilización permite comprobar la viabilidad de un proyecto y su aceptación por parte del mercado. Y de esta manera lograr una reducción de riesgos que no es necesario tomar.
Mucho más importante que crear un producto magnífico, único e inigualable para recién salir al mercado, es diseñar una estrategia ágil y flexible enfocada en escuchar a tus clientes. Para esto, la información más valiosa es la que se captura de usuarios reales, que usen o participen del proyecto.
Es importante hacer foco en desarrollar lo mínimo posible, las funcionalidades que cubran una parte del proyecto o de la idea. Y que esto sea valioso para probarlo. Luego ir haciendo los ajustes necesarios para que ese proyecto vaya creciendo y mejorando. Siempre basándote en las métricas o la información que vas capturando del uso real, y en el análisis de esas métricas.
Todo esto te permitirá reducir costos innecesarios y optimizar tu producto o servicio de manera que pueda ser lanzado de forma alineada con los intereses del mercado. De esta manera, tendrás muchas más posibilidades de alcanzar el éxito deseado.
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