En los últimos años ha habido una tendencia muy clara acerca de la forma en que navegamos. No es casualidad que esto coincida con la alta penetración de los dispositivos móviles y aplicaciones móviles en la vida cotidiana y en los negocios.
No tiene sentido hablar de números estadísticos de la cantidad de usuarios que adoptan tecnologías móviles a diario, ya sabemos que va en aumento y no detendrá su crecimiento. Sabemos además que gran cantidad de las compras online, y de la navegación de los usuarios es a través de dispositivos móviles. Hoy en día el tiempo de navegación de los usuarios desde sus smartphones ha sobrepasado a la navegación desde la PC.
Dicho esto, podemos decir que una aplicación móvil es y será una pieza clave en el mundo de los negocios. Como decía Federico Caramella de Waz Marketing, en el evento Rosario I/O 2016, «hoy, todo es una app».
Los negocios que no adapten sus estrategias a las nuevas tendencias de IT, tarde o temprano tendrán que ponerse al día si no quieren quedar afuera del mercado. Con respecto a la adopción de las nuevas tecnologías en las empresas, tal vez es un camino que lleva tiempo recorrer, pero muchas de las empresas que apuestan al futuro están teniendo excelentes resultados.
Aplicaciones para los clientes
Las aplicaciones móviles están permitiendo generar un nuevo canal de comunicación entre las empresas o negocios y sus clientes. En muchos rubros contar con una aplicación para interactuar con los clientes, no es sólo una estrategia de marketing, sino una herramienta para facilitarle la vida a ambos, la empresa y el cliente.
Es fundamental que al contar con una aplicación móvil el funcionamiento sea el adecuado, si nuestra aplicación móvil no funciona, será un factor que juegue en contra. Tanto en el engagement de los clientes como para la empresa misma y la imagen que ofrece al mundo.
Se puede pensar en este vínculo como una mejora en el producto o servicio que la empresa le ofrece al cliente. Dependiendo de este vínculo podemos contar con diferentes herramientas para facilitarle la vida a ambos, como puede ser un canal de Chat, formulario de contacto, información sobre otros productos o servicios, eventos y/o alertas a los que el cliente/usuario quiere estar atento entre otros.
En este punto hay que pensar en la idiosincrasia de nuestros posibles clientes o usuarios. Sobre todo hoy en día que la penetración de la tecnología hace que los usuarios de las aplicaciones móviles sean todo tipo de personas, diferentes edades, conocimientos técnicos, etc. Entonces siempre debemos tener en cuenta la posibilidad de que determinada función resulte demasiado compleja para el usuario, en ese caso mejor dejar de lado esa funcionalidad, o aclarar bien su funcionamiento y guiar al usuario en los pasos del proceso.
Estrategia de Marketing
Con el enfoque correcto, una aplicación puede hacer tu trabajo de ventas además. Muchas empresas generan aplicaciones móviles que no son para sus clientes o usuarios, sino que cuentan con funcionalidades genéricas que cualquier persona puede utilizar, y aportar a la buena imagen de la empresa. Más allá de que el usuario sea un cliente o no. Además, estos usuarios pueden generar una base de datos interesante a la hora de lanzar campañas y promociones, no solamente datos de ellos mismos, sino además de sus preferencias y consultas o necesidades más frecuentes.
Es importante saber que gran parte de las aplicaciones móviles que los usuarios instalan serán desinstaladas en el corto plazo, por eso tenemos que buscar la forma de darle una herramienta útil al usuario, tal vez la ilusión de que le será útil en determinado momento y mantener el contenido actualizado además de no ser demasiado insistente con las notificaciones o alertas.
Barreras tecnológicas
Desde el punto vista de la implementación tecnológica de las aplicaciones móviles, el desarrollo ya no es una barrera que cruzar. Existen infinidad de herramientas para facilitar este trabajo y para hacer productos de calidad.
Muchas empresas optan por producir aplicaciones móviles híbridas, es decir que están optimizadas para todo tipo de sistema operativo o plataforma, y que son desarrollados una sola vez y adaptados a cada entorno. Si bien no cuentan con la misma robustez que una aplicación puramente nativa, muchas veces puede cumplir los requisitos sin problemas y a un costo menor.
La interfaz y diseño, son componentes claves, estamos acostumbrados a que las aplicaciones más populares hacen mucho hincapié en contar con una interfaz de usuario bien pulida, debemos ser exigentes en este punto, tal vez más que con las funcionalidades específicas.
Las aplicaciones móviles, deben ser sustentables, es decir que tengan el soporte económico que necesita, ya sea para mantenerla actualizada, mejorarla, corregir fallas y hacer renovaciones cada cierto tiempo. Esto va de la mano con el propósito de la aplicación, abandonar un desarrollo, puede ir en contra del propósito por el cual fue desarrollada.