Un investigador independiente y un becario doctoral realizaron un exhaustivo análisis de conexiones cerebrales y formularon una teoría que puede asistir al armado de redes artificiales y evitar fallas catastróficas. Su trabajo publicado en la revista Nature Physics.
El trabajo fue realizado por el investigador independiente Mariano Sigman y Andrés Babino becario doctoral del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA-CONICET), en conjunto con investigadores de Brasil, Estados Unidos y España.
Hasta el momento, la teoría de red de redes pronosticaba errores catastróficos en las redes naturales que no se veían en la práctica. “Desde las redes neuronales hasta las interacciones ecológicas, todas mantienen su robustez por selección natural”, según explicó Babino.
Sigman agregó que “las claves principales de esta robustez son, por un lado que la comunicación de las redes es mediada por nodos centrales (los hubs) y que al conectarse se da el fenómeno de redundancia, es decir una duplicación de los datos y elementos que utiliza la red para que la falla de una no implique la caída del conjunto. “Esto produce redes de menor rango (mismo número de cables con menos nodos conectados), pero representa mayor robustez en cada conexión”.
Cuando conectan dos redes que aisladas son robustas, las debilidades de una red pueden propagarse a las zonas fundamentales de la otra y lograr penetrar en sitios que estaban protegidos, por ejemplo indica Sigman, “la red de datos y la red eléctrica que dependen una de otra y si se cortan los datos, la distribución de energía se interrumpe”, agrega.
Fuente: El otro mate